Existen muchos motivos para querer cambiar de domicilio, el problema viene cuando no hemos terminado de pagar la hipoteca ¿Qué se puede hacer?

Las hipotecas puente son una herramienta que puede servirnos para comprar una nueva vivienda si aun no hemos vendido la actual. Si no tienes ahorros, avales o una estabilidad económica demostrable, es muy difícil conseguir la aprobación del banco para una segunda hipoteca así que te proponemos una solución: la hipoteca puente. Te contamos cómo solicitarla, quién puede acceder y sus ventajas.

¿Cómo?

  • Mediante un único préstamo, es decir, hipotecando ambas viviendas
  • Mediante dos préstamos, es decir, hipotecando una vivienda en cada préstamo

Condiciones de contratación

Como decíamos anteriormente, es una solución que se indica de forma única para financiar la compra de una nueva vivienda mientras vendemos la actual por lo que su funcionamiento es distinto en algunos aspectos con las hipotecas que conocemos tradicionalmente.

El primer paso, no varía. Para la contratación, la entidad elegida debe analizar la capacidad de endeudamiento en función de los ingresos, ahorros, estabilidad laboral y económica, historial de crédito, etc.

Como segundo paso, si la entidad concede la hipoteca, debemos tener en cuenta que para poder hacer frente al pago de cuota mensual, la entidad nos ofrecerá un periodo de carencia de amortización inicial durante un determinado plazo (lo más habitual es de dos a cinco años).

Durante ese tiempo, solo se pagan los intereses, nada de capital. No obstante, como clientes podríamos acordar con la entidad si preferimos pagar la cuota comprensiva de intereses y amortización, en cuyo caso será más elevada pero con la diferencia de empezar a amortizar capital desde el minuto uno.

Venta de la actual vivienda

En el momento que ya tenemos comprador deberemos usar el dinero para cancelar la hipoteca de dicha vivienda en el caso que dispongamos de ambos créditos o reducir parte de la deuda si, por el contrario, solo hay uno.

Ventajas

  • Las entidades otorgan un plazo de entre dos y cinco años para vender la actual casa sin prisas y, por ello, sin tener que rebajar el precio, para poder comprar una nueva.
  • Las entidades permiten pagar solo los intereses de la hipoteca; es decir, conceden una carencia de capital. Aunque, como clientes podamos elegir si abonamos mejor una cuota normal (capital + intereses).

Por último, ¿qué pasa si no conseguimos vender nuestra vivienda?

  • Si elegimos un periodo de carencia de amortización inicial (solo pagamos los intereses) y, tras el plazo de carencia no hemos vendido la antigua casa, deberemos abonar las cuotas comprensivas de intereses y amortización, lo que supone un incremento del importe mensual de la cuota.
  • Si no habíamos elegido periodo de carencia de amortización inicial, no venderla no supondrá ningún cambio en el importe de las cuotas mensuales.

¡Nos leemos en Inmobiliaria Ferrol 22 en el siguiente post! Y, si tienes dudas, consúltanos. Estaremos encantados de ayudarte.

Feliz semana.